Desde el viernes 25 de octubre de 2019 hasta el 6 de enero de 2020, se pudo visitar, en la sala de Actividades Alternativas del Museo Etnográfico Extremeño González Santana de Olivenza, la exposición titulada Feedback.
Óliver Sáenz Vialle (1965), autodidacta, de origen francés y extremeño de adopción, reúne, bajo el título de Feedback, cerca de una veintena de retratos en blanco y negro, siendo la gran mayoría retratos de músicos contemporáneos.
En esta exposición queda patente la fascinación que el autor siente por las miradas, ese reflejo del alma y del corazón, esa ventana para la comunicación y el feedback, así como su pasión por la música.
Realizados tanto a lápiz como a carboncillo, por separado o mixtas, en un estilo realista con aspiraciones al hiperrealismo, cada retrato es moldeado por el carácter perfeccionista del artista que no escatimará en el empleo de todas las horas necesarias para culminar cada obra.
Sobre la base -siempre presente a lo largo de todo el proceso de creación- de una atenta observación de las fotografías originales de las que parte el autor, un primer paso del proceso consistirá en conseguir que sea fidedigno a la fuente original, escudriñando entre las sombras, -a veces adivinando lo que esconden-, intentando definir cada línea con la intensidad adecuada y tratar cada textura y detalle con la luz adecuada y necesaria para realzar los volúmenes.
El siguiente paso consistirá en potenciar al máximo posible tanto la expresividad como la mirada, tratando de insuflarle vida de manera que la imagen pase a ser casi tridimensional.
Para ello, el artista contextualiza al retratado, documentándose sobre su vida, sus ideas, su carácter, tratando de imbuirse de él, al objeto de que su mirada sea el reflejo de lo que incluso pueda estar pensando en ese momento. Esto será una pieza fundamental a la hora de darle su sello personal a cada trabajo.
Por último, y no menos importante, el artista prestará asimismo especial atención al entorno original, al llamado fondo, transportando al observador a otra época.
Así, en cada obra, el alma brota del papel.