La Enciclopedia Álvarez fue uno de los más conocidos libros de texto en las escuelas españolas durante dos décadas, convirtiéndose en un pilar básico para la educación de los niños y niñas españoles que pasaron por las aulas durante la posguerra, desde 1954 a 1966. En 1940 su autor, Antonio Álvarez Pérez, un joven maestro de Zamora, número dos de su promoción, tuvo la idea de ordenar las materias y conocimientos que dictaba el Plan de Estudios vigente en la época, con la intención de elaborar un buen libro de texto para sus alumnos. Así surgió Enciclopedia: Intuitiva, sintética y práctica destinada a la Escuela Primaria, en tres volúmenes correspondientes al primer, segundo y tercer grado.
En ella no solo se trataba la Historia de España, sino también otras materias como: Historia Sagrada, Evangelios, Lengua Española, Aritmética, Geometría, Geografía, Ciencias de la Naturaleza, Formación Político-social (para niños y niñas), Lecciones Conmemorativas, Formación Familiar y Social, Higiene y Conmemoraciones escolares.
La importancia de esta obra reside en su carácter metodológico y pedagógico que, unido a la sencillez de exposición de contenidos, contribuyó a su gran aceptación y difusión. Según Álvarez “solo se sabe lo que se recuerda y para recordar hay que aprender de memoria”. La enciclopedia se apoya sobre esta base, siendo la memoria la principal arma a desarrollar y cultivar por el estudiante. A los textos se añadían otras actividades o ejercicios complementarios que afianzaban los conocimientos adquiridos en cada lección.
Asimismo, la enciclopedia incorporaba toda una serie de gráficos y dibujos. Estos tenían una doble función: pedagógica porque servían para hacer más amenos los contenidos teóricos de cada lección e ideológica al contribuir al adoctrinamiento de la juventud española del momento inculcando una serie de valores imperantes en la época: raza, religión católica, patria, imperio, unidad, espíritu nacional
Además de la Enciclopedia había también un libro para el maestro titulado Sugerencia y Ejercicios así como unos cuadernos de ejercicios para los alumnos.
El ejemplar que se expone como pieza del mes, editada por Miñón en 1965, pertenece al Segundo Grado (correspondiente al 3º y 4º curso del período elemental) y fue donada al Museo por D. Sebastián Paniagua López en 1992.