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Programa Teatro Sequeira 1933-34

Programa Teatro 𝑺𝒆𝒒𝒖𝒆𝒊𝒓𝒂 🎭 (1933-34), Pieza del Mes de junio 2023

Anverso

Anverso

Desde 1929 a 1933, Olivenza destacó como una referencia de la exhibición cinematográfica por el número y la calidad de las películas que se veían”[1]. Pudiera ser que antes de 1929 se proyectase algún film, pero a día de hoy no hay constancia de ello. El primer local del que se tienen noticias para proyección de películas fue el Teatro Sequeira, una casa particular ubicada entre las calles Carmen, antigua Rua de Xerez, y Miguel Jiménez de Santillana, conocida como Beco de Ruy Lobo, gravada con un censo a favor de la Santa Casa de Misericordia. Era propiedad de Natalia Carmen Amparo Salgado Pérez, quien la recibe en herencia en 1903.

No sabemos cómo pasa a manos de la familia Sequeira, uno de cuyos miembros, Marcial Sequeira, es nombrado registrador de Olivenza.

Era costumbre que este cine cerrase en verano y por ello surgen dos nuevos espacios: el Liceo de Artesanos, que empieza a funcionar el 6 de octubre de 1930, abriendo jueves, domingos y festivos, y la plaza de toros, desde 1933. Ante tal competencia, el

03 Reverso

Reverso

empresario del Teatro Sequeira decide, desde el verano de 1931, no cerrar durante el estío y hacer “una amplia y variada programación, desde películas hasta verbenas, trayendo a artistas que pasen por el Teatro López de Ayala, y acondicionado la sala, comprando ventiladores para el verano y calefactores para el invierno[2].

En cuanto a películas, de las primeras que se tienen noticias, en 1929 son Miguel Strogoff y ¿Por qué he de pagar el alquiler?, ambas sin sonido; al año siguiente, cuatro fueron las películas exhibidas, todas carentes de sonido; en 1931, se proyectaron 22 filmes, de ellos 9 sonoros y 13 mudos; dos años más tarde, de las 39 cintas vistas por el público, sólo dos fueron mudas. Entre las sonoras destacó Sin novedad en el frente, calificada por el corresponsal del periódico La Libertad como ” joya cinematográfica[3].

02 Interior

Interior

Como pieza del mes se expone este díptico, donado por Francisco González Santana, que anuncia, en el Teatro Sequeira, un “extraordinario acontecimiento cinematográfico sonoro en español”, además de publicitar el estreno de una serie de películas. Para el día 18 de abril de 1933 se comunica “el estreno de la super-producción FOX completamente hablada en español, en 8 partes, ERAN TRECE”. Se acompaña de una relación de precios para las funciones.

 

 

 

[1] CARDOSO CARBALLO, J.M.: La transición del cine mudo al sonoro en Badajoz. Tesis Doctoral. Universidad Complutense. Madrid, 2015, p. 309.

[2] IDEM, p. 312.

[3] Periódico La Libertad, 21 de mayo de 1933.

CE 15394 Sonajero

Un sonajero, Pieza del Mes de abril de 2023

Este mes, el Museo muestra como pieza un sonajero, objeto que forma parte de los primeros años de la infancia. Su vinculación con los amuletos hace que sus orígenes sean tan antiguos como el ser humano, y existen referencias desde el Neolítico.

Los primeros que se conocen, calabazas secas, esferas de arcilla, cáscaras de coco, huevos de ave y conchas de moluscos rellenas de piedrecitas o con cuerpos percutores independientes fijados a un soporte, servían para alejar a los malos espíritus gracias al ruido que producían al moverlos.

Tras un objeto tan simple en apariencia, gravita todo un mundo de cuestiones importantes en la vida de las personas.

El sonajero está concebido para cumplir con varios fines:

1.- En primer término, hay un grupo que sirve para que los bebés, en el momento de la dentición, tenga a mano algo duro que morder. A veces adopta forma de silbato.

2.- En segundo lugar, se cree que el ruido de los cascabeles o silbato y el brillo del metal o de los colores avivan sus sentidos.

3.- Por último, y en otras ocasiones, son considerados como protectores contra poderes ocultos, como el mal de ojo.

En cuanto a la tipología, se distinguen dos modalidades: los que son colgantes, es decir, los que van colgados de cadenas o cintas a la cintura, al cuello del infante o a las cunas y coches; y los que llevan mango para manejarlos con las manos. A la primera categoría pueden pertenecer, sobre todo, los que sirven para preservar a los niños de males, y a la segunda, los que sirven para los otros fines, es decir, para la dentición y el entretenimiento.

El que mostramos se puede encuadrar en la primera modalidad. Se trata de una esfera de plata calada, que gira sobre un eje horizontal, que, a su vez, une los extremos de un semicírculo labrado. La esfera está decorada con mariposas, triángulos y círculos pequeños; en la parte superior, apéndice cerrado para suspensión mediante cinta o argolla.

Fue donado por Mª Nieves Palomino de Castro, en 2022.

CE 15291 Prensa tapones

Pieza del Mes de marzo de 2023: Prensa de tapones

Botica es un establecimiento donde se preparaban los remedios que prescribían los médicos. Boticario es el nombre que recibe el maestro que está en ella. Desde el s. XV, había que obtener un título mediante un examen para poder ejercer la profesión. Este nombre desaparece al principio del s. XIX, en el que se regulan los estudios de farmacia, apareciendo en su lugar el farmacéutico. Este está obligado a responder de la buena calidad de las preparaciones de los medicamentos que elaboraba en su farmacia, incorporando a finales del s. XIX y principios del XX el laboratorio de análisis.

Entre los múltiples útiles que albergaban las boticas del s. XIX podemos destacar las prensas para tapones de corcho.

Los profesionales de las farmacias acogieron con gran satisfacción la invención del corcho, alrededor de 1830, y el posterior desarrollo de las primeras prensas destinadas a los laboratorios y uso farmacéutico.

Estos artilugios, realizados con metales pesados y sólidos, evitaban un arduo esfuerzo al introducir los tapones en las botellas y frascos de cristal utilizados para guardar los tónicos, ungüentos y preparados.

En aquella época el vidrio era el material más usado como contenedor y para mantener la hermeticidad de la solución se usaban tapones de corcho fino, impermeable, flexible y poroso, que había que machacar antes de insertarlos en la boca del frasco.

Las prensas cubren una necesidad del farmacéutico y su presencia, en muchos casos atornilladas en los mostradores de las boticas, se generaliza durante el s. XIX y principios del XX hasta que el corcho se sustituyó por otros materiales más asépticos.

Con estos aparatos era posible comprimir los tapones, que solían hervirse en agua caliente para reblandecerlos antes de ponerlos dentro y reducir su diámetro para ajustarlos a la boca de los recipientes.

La prensa que mostramos este mes procede de la farmacia oliventina ubicada en la Avenida de Ramón y Cajal y fue donada por su actual propietaria María Dolores Arrobas. Se trata de una rueda dentada acoplada, de forma no concéntrica, a una cremallera semicircular. La rueda lleva un mango para ejercer la fuerza suficiente para ablandar el tapón de corcho y así poder taladrarlos con mayor facilidad. Una vez colocado en el recipiente, se secaba y se expandía quedando el preparado cerrado herméticamente a salvo del deterioro y los contaminantes.

CE 10770 Caja de lata

Pieza del Mes de febrero 2023: Caja de pastillas de Chocolate

Cada año, en Ámsterdam, durante el mes de febrero, el cacao se convierte en protagonista en el Chocoa Festival. Se trata de un evento internacional en el que este delicioso alimento es el principal reclamo.

Con la caja de hojalata que mostramos este mes hacemos un recordatorio de este “dulce” festival para los amantes del chocolate. Se trata de una caja circular que contenía chocolate Tjoklat cuya fábrica se fundó en Ámsterdam el 2 de junio de 1924.

El nombre original de la fábrica era Holanda (sch) -Zwitsersche Chocolate Factory Ámsterdam. En el año 1925, la fábrica ya producía 63 millones de barras con el nombre de barra de chocolate Hollandsch-Swiss.

Los primeros productos con la marca Tjoklat no aparecen en el mercado hasta 1936.

Tjoklat era chocolate en malayo, después de 1972 se denominó con el vocablo coklat.

Como imagen de la marca aparece una mujer indonesia, en relieve, arrodillada sobre sus pies con los brazos elevados sosteniendo un tazón con granos de cacao. Se trata de la modelo inglesa Mady Twnsend. Jannes de Vries es el responsable del diseño del conocido logotipo.

Con el nombre Tjoklat es con el que mayor auge tuvo la fábrica después de la Segunda Guerra Mundial. En 1950 cambia su nombre por Tjoklat-Fabriek NV Ámsterdam, como figura al dorso de la caja que exponemos.

Las cajas, en un primer momento, se hicieron de baquelita blanca, pero en 1950 fueron sustituidas por la hojalata. Los costos de producción eran más bajos que los de baquelita.

La marca Tjoklat se sigue usando en la actualidad.

La caja fue donada por Francisco González Santana.

 

CE 1290 Bide

Un curioso bidé portátil, Pieza del Mes de agosto 2022

Imagen de la entrada

El inodoro íntimo o la rosa de Louis Léopold Boilly (1761-1845)

La palabra bidé proviene del francés bidet, un tipo de caballo pequeño parecido a un poni, hoy extinguido, que usaban las damas y los niños de la nobleza en sus paseos.

Evidentemente, hace referencia a la manera en la que hay que colocarse para usarlo eficazmente, es decir, a horcajadas, como si se estuviese sobre un caballo.

Según el escritor Néstor Luján, fue mencionado, por primera vez, en 1710, en Francia, cuando Madame de Prie recibió en audiencia al Marqués de Argenson sentada en su bidé. Aparte de esta primera mención escrita, se cree que su uso es bastante más antiguo y que sus orígenes se sitúan en la Edad Media.

Obviamente, su principal función es la higiene íntima, como complemento al baño, pero más allá de ello, el bidé tenía la función de método anticonceptivo, de eficacia dudosa. Este podría haber sido su uso original, es decir, las prostitutas usaban recipientes parecidos para limpiarse después de tener relaciones sexuales, creyendo evitar embarazos y enfermedades venéreas.

Durante el s. XVIII, el bidé se popularizó entre las nobles europeas. Para las mujeres que tenían una relación extramatrimonial era un modo de limitar el riesgo de quedar embarazadas de sus amantes, al mismo tiempo que, su uso, podía evitar contagios a causa de las aventuras de sus maridos.

El uso anticonceptivo no era ningún secreto, prueba de ello es que la reina de Nápoles, Mª Carolina de Habsburgo-Lorena, quiso instalar uno en palacio y le hicieron notar que podía darle mala fama, ya que se trataba de un “instrumento de meretriz”, advertencia que ignoró.

Otro uso que también tuvo el bidé fue aliviar el escozor en las posaderas y los muslos después de cabalgar mucho tiempo.

Antes de la entrada del agua corriente en las casas, y su consiguiente fijación al suelo, se usaba el bidé portátil, colocado sobre un armazón de metal, como el que mostramos este mes, y que solía ubicarse en el dormitorio.

Posteriormente, se convirtió en un elemento del cuarto de baño y, actualmente, en muchas casas ya no tiene cabida, debido a la reducción de espacio y a los cambios en los hábitos de higiene.

El ejemplar que mostramos fue donado por D. Francisco González Santana.

Fotografia Romeria San Isidro copia 1

Fotografía Romería San Isidro, Pieza del Mes de mayo 2022

La palabra romería viene de romero, nombre con el que se designa a los peregrinos que se dirigen a Roma y, por extensión, a cualquier santuario, en carros engalanados, a caballo o a pie, que se ubica en un paraje campestre.

La romería más antigua que se constata en nuestra localidad es la que tenía lugar en la aldea de San Jorge de Alor, a la que acudían vecinos de dicha aldea y de Olivenza.

Con el paso de los años y la creación de la Hermandad Sindical de Labradores de San Isidro se comenzó a disfrutar de esta romería en nuestra villa, el 15 de mayo de cada año. Algunas de sus canciones fueron recogidas por Borrallo Gil [1].

Bien temprano los romeros se desplazaban a la iglesia de Santa María Magdalena a escuchar misa, dejando en la puerta principal los carros engalanados para la ocasión. Una vez terminado el acto litúrgico, al son de guitarras y otros instrumentos se dirigían hacia la ermita que se había construido para tal fin en la finca Monte Nuevo, a unos 4 kms. de la localidad, en dirección a Puente Ajuda. El propio Ayuntamiento contribuyó a su edificación con 200 pesetas. En su interior, la imagen de San Isidro que se sacaba en procesión para bendecir los campos. Terminada esta, se solían efectuar concursos de poda de encinas, de labrado con mulas, a la carroza más hermosa…

Construido el pantano de Piedra Aguda, en 1956, la romería pasa a celebrarse en las inmediaciones del embalse.

La fotografía pertenece a Ricardo Martínez Teodoro, fotógrafo de calle, nacido en Badajoz en 1912. Sin residencia fija, ni estudio abierto, paseó su cámara por Olivenza, Talavera la Real, Zafra, Montijo, Almendralejo, La Torre de Miguel Sesmero, Alburquerque, Badajoz, etc. durante la década de los 50.

[1] BORRALLO GIL, T.: Coplas para la romería de san Isidro. En revista 65 años de Folklore (2003). Olivenza, p. 19

CE 15192 Bicicleta

Bicicleta Orbea, Pieza del Mes de abril 2022

Este mes, con el objetivo de promocionar los desplazamientos sostenibles, exponemos una bicicleta de la marca Orbea, de color verde, donada por Emilio Galván Salguero y con matrícula: DIPUTACIÓN PROVINCIAL BADAJOZ/ARBITRIO PROVINCIAL DE RODAJE/0696.

Repasando la historia de este saludable medio de transporte, es cierto que hay evidencias, discutibles, sobre la existencia de bicicletas antes de 1800, pero es un hecho aceptado que el alemán Karl Dreis inventó, en 1817, el primer vehículo dirigible con dos ruedas en línea, propulsado por un humano. No tenía pedales, ni cadenas, ni frenos, sino que avanzaba y frenaba con los pies. Disponía de un sillón y un rudimentario manillar con un sistema de dirección bastante aparatoso. Se llamó Draisina.

Durante la década de 1860, Pierre Michaux modifica la Draisina y desarrolla la primera bicicleta de dos ruedas verdaderamente popular, introduciendo los pedales en la rueda delantera, además de un manillar giratorio.

Los cambios acaecidos, durante los años siguientes, consistieron en aumentar el tamaño de la rueda delantera ya que, al ser transmisión directa, cuanto más grande era esta, más se avanzaba a cada pedaleo. A su vez, la trasera era cada vez más pequeña para quitarle peso al velocípedo, como se le llamó al invento del Michaux.

En 1879, Jame Starley aumenta aún más el diámetro de la rueda delantera con el objetivo de conseguir más velocidad con menos peso, pero también con menor equilibrio. Su modelo era conocido como pany farthing, en relación al tamaño de dos monedas: el penique (Penny) y el cuarto de penique (Farthing).

Este modelo tampoco resultaba práctico por su difícil conducción y peligrosidad.

En 1885, John Kemp Starley crea la bicicleta de seguridad (Safety Bicycle), con las dos ruedas del mismo tamaño. Era muy parecida a una bicicleta urbana actual. Los pedales, unidos a una rueda dentada, a través de engranajes y una cadena de transmisión, movían la rueda trasera. Este modelo se extendió rápidamente por todo el mundo industrializado y su precio, gracias a la fabricación en serie, se fue abaratando cada vez más. Fue la primera bicicleta con pedales patentada como tal.

En 1888, John Boyd Dunlop desarrolla el neumático con cámara de aire. En Francia, los hermanos Michelín crearon un neumático desmontable y, en Italia, Giovanni Battista Pirelli hizo lo mismo.

Los orígenes de la marca Orbea se remontan a mediados del s. XIX, en Éibar (País Vasco), donde cuatro hermanos, Casimiro, Juan Manuel, Mateo y Petra, fundan, en 1840, Orbea Hermanos, con el objetivo de dedicarse a la fabricación de revólveres de pistón, cartuchos y pistolas.

El año 1895, marca el final de una etapa con el fallecimiento de sus fundadores. La empresa pasa a ser Orbea y Cía., y pronto se convirtió en uno de los principales fabricantes de arma corta en España.

En 1924, recupera el nombre original, Orbea Hermanos, que continúan con el negocio de armas, introduciendo herramientas y máquinas.

A finales de los años 30, con Esteban Orbea, la empresa pasa a denominarse Orbea y Cía., S. A., abandonando la producción de armas de fuego. En vísperas de la Guerra Civil, Orbea produce prensas, tornos, fresadoras, taladros, etc., y comienza a fabricar bicicletas.

Los conocimientos adquiridos durante años, creando y diseñando tubos para cañones de armas cortas, no solo les facilitó la entrada en la industria del ciclismo, sino que les permitió elaborar los mejores cuadros de bicicletas.

Tras la Guerra Civil, la empresa vivió años de bonanza económica. Crónicas de la época cifran en 250.000 bicicletas Orbea, en circulación, por las carreteras españolas. Sin embargo, a medida que el siglo XX avanzaba, los métodos de la marca se quedaban obsoletos. Por eso, en 1969, la familia Orbea decide dejar el negocio. Sus trabajadores acuerdan seguir con él y es así como nace Cooperativa Orbea.

En la actualidad, sigue produciendo distintos tipos de bicicletas, de montaña, de carrera o de paseo, multitud de accesorios para ciclistas, así como patrocinando equipos ciclistas profesionales. Siempre apostando por la innovación e inclusión de nuevas tecnologías en sus productos.

CE 4394 Rollo de pianola

Un rollo de pianola, Pieza del Mes de marzo 2022

La pianola es un instrumento musical con el mecanismo de un piano, al que se incorporan elementos mecánicos para permitir la reproducción automática de la música perforada en un rollo de papel. La pianola/piano permite tanto su ejecución manual por un pianista, como su ejecución automática mediante el rollo perforado.

Nace a finales del s. XIX, en EEUU. Sus años dorados fueron las tres primeras décadas del s. XX, en las que muchos géneros bailables inundaron los salones de recreo, cafés y otros lugares públicos de esparcimiento.

Tuvo una importante difusión entre las clases medias y altas del país, ya que no estaba al alcance de cualquier bolsillo.

El primer fabricante de estos rollos, en España, fue Joan Baptista Blancafort que abre, en 1905, la fábrica “La Victoria”, en la localidad barcelonesa de La Garriga.

El rollo de pianola, que mostramos como pieza del mes, pertenece a la mencionada fábrica, con número de publicación 5782. Se trata de la obra titulada El Capricho de una Reina, escrita por Antonio Paso y Antonio Vidal, y música de Soutullo y Vert. Esta caricatura de opereta en dos actos fue estrenada en el Teatro de Apolo, el 17 de mayo de 1919.

Sobre un cilindro central de madera negra se enrolla el papel perforado, de 88 notas (nº de notas estándar a partir de 1908). Tomando como base la partitura original, las notas se reflejan en el papel y se diseñan las perforaciones. Cada una equivale a un orificio. Además, presenta una anotación en la cinta, referente a la velocidad: “70 Allegretto Mosso”, así como las instrucciones de uso en francés, español e inglés. El papel se fija al mecanismo de la pianola mediante una arandela metálica. El rollo se guarda en una caja rectangular con indicaciones de la marca en la tapa.

Cabe decir que la pianola fue el primer sistema que permitió una difusión masiva de música (clásica, ópera, música regional, zarzuela, etc.) y uno de los primeros artefactos concebidos para la comercialización de un soporte sonoro grabado. Su transcendencia histórica quedó difuminada por la industria del disco.

Esta curiosa e interesante pieza fue donada por Alonso Rubio Muñoz, en 1993.

CE 15148 Glande o proyectil de honda

Pieza del Mes de febrero 2022: glande o proyectil de honda

Su nombre proviene de ”bellota”, glans, por su forma, aunque no fue la única morfología, pues también podían ser bicónicos, husiformes o naviformes, cada tipo se puede subdividir en función de su peso, perfil, retoques, etc.

Sus orígenes se remontan a la Prehistoria y su uso en el ejército griego se atestigua en los siglos VI y V a. C. Entre los pueblos que destacaron por su utilización mencionemos a los honderos baleares, a quienes desde muy pequeños se les adiestraba en su empleo. La etimología de la palabra Balear viene a significar lanzar.

Los materiales más empleados por el ejército romano para producir este tipo de proyectil fueron la arcilla, utilizada para provocar incendios durante los asedios, y el plomo, el más habitual, con un tamaño entre 2 y 7 centímetros y un peso medio de 40 a 50 gramos. Normalmente se fabricaban con moldes de arcilla.

Solían lanzarse con hondas de doble tira, de cuero o fibras vegetales, y una pequeña pedrera o bolsa donde se colocaba el proyectil. Tres eran los tipos de honda: la corta, que alcanzaba 20 a 25 metros; la media, unos 60 metros; la máxima o larga, 200 metros. No obstante, la longitud del lanzamiento dependía no solo del tipo de honda y del peso y forma de proyectil, sino también de la fuerza y habilidad del hondero.

Soldados recortaveis

Un recortable de soldados, Pieza del Mes enero 2022

El juego y el juguete suelen ir unidos, aunque no necesariamente. Todos hemos jugado sin juguetes al escondite, a las adivinanzas, a las carreras, a pies quietos, etc.

Este mes exponemos un juguete diferente: un recortable de papel, muy comunes en los hogares europeos hasta mediados del s. XX.

Los había de diferentes tipologías: planos o bidimensionales y volumétricos. Entre los primeros destacan los impresos en una o dos caras, aunque podían llevar una pestaña que se doblaba y permitía mantenerlos erguidos. En el segundo grupo, se encuadran las maquetas tridimensionales.

Desde el punto de vista de la temática destacan soldados, muñecas, construcciones arquitectónicas (casa, iglesias, castillos), medios de transporte (coches, aviones, barcos), teatros, etc.

El que mostramos, plano y policromado, con título Sección de Asalto, pertenece a la Serie GRAN ILUSIÓN Nº 1, de Ediciones La Tijera, de Madrid, una de las editoriales pioneras en la impresión de recortables en España. Fundada por Francisco Atienza, se desarrolla entre 1924 y 1962, momento de máxima popularidad del juego recortable.

Tuvo una producción muy extensa, destacando el tema militar y la construcción civil. Populares fueron la Serie 5 (16 x 23 cm), la Serie 10 (23 x 33 cm) y la Serie 35 (35 x 21cm). Otras colecciones fueron Ilusión, Liliput, Gran Ilusión e Imperio.

La lámina expuesta, parcialmente recortada, medía 24 x 33 cm; su temática es militar, con representación de soldados en el campo de batalla, tanto de forma individual como en grupo. Se sostenían mediante tres pestañas amarillas y naranjas.

Los recortables tuvieron un indudable valor pedagógico. Se utilizaron para enseñar Historia, Geografía o Literatura. Se leían clásicos del teatro como Don Juan Tenorio o El mercader de Venecia, para luego representarlos en teatrillos de papel.

Estas láminas se convirtieron en un excelente vehículo cultural, siendo, además, buenos instrumentos para el desarrollo de las capacidades relacionadas con la representación espacial y la ejercitación de la motricidad fina.

El recortable expuesto, que forma parte de un lote, fue donado por Tomás Cabacas Hurtado en 2007.