Máquina de escribir (1903), Pieza del Mes septiembre 2004
- administrador
- septiembre 1, 2004
En un mundo con procesadores de textos, impresoras, fotocopiadoras, faxes y correos electrónicos, es difícil creer que la máquina de escribir se inventó hace poco más de cien años. Antes de la computadora, fue la herramienta más importante en los negocios y el mundo académico. Permitió suplantar a los lentos copistas y le dio un carácter más oficial e impersonal a los escritos comerciales y políticos.
El procedimiento mecánico de escritura aceleró el ritmo de las comunicaciones, marcó un punto importante en el desarrollo de las relaciones sociales y permitió a la mujer ingresar masivamente en el mundo laboral como dactilógrafa, entre los s. XIX y XX.
La invención de la máquina de escribir tiene múltiples paternidades. Durante los s. XVIII y XIX hubo una media centena de inventores que trataron de lograr, en distintos lugares del mundo, una forma de escritura mecánica, pero todos los ensayos fracasaron.
La primera máquina de escribir fabricada en serie y comercializada a gran escala por la fábrica Remington se basó en un modelo perfeccionado por Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel Soulé, en 1868. Esta máquina, más eficaz que todas las precedentes, acabaría imponiéndose, con un tipo de teclado que luego sería aceptado como estándar. Comenzó a venderse en 1874, siendo fantástica para su época, aunque aún no tenía letras minúsculas.
Algunos modelos son difíciles de encontrar debido a que se fabricaron pequeñas series. Uno de ellos es el que mostramos este mes en el museo. Se trata de una máquina AEG Mignon de fabricación alemana fechada en 1903. Para hacerla funcionar, había que señalar las letras con un punzón conectado a un cilindro donde se encuentran los tipos. Para esta operación se utilizaba la mano izquierda. Con la mano derecha se hacía pulsar una tecla para que tuviera lugar la impresión por medio de la cinta. La máquina se dispone sobre una base de madera y cuenta con tapa de protección.