Nuestro Patio de Armas acogió un concierto solidario de ayuda al refugiado
- administrador
- agosto 4, 2017
En la noche del jueves 3 de agosto de 2017, organizado por la Plataforma Olivenza crea conciencia: mirando más allá, y con la colaboración del Ayuntamiento, nuestro Museo y el inestimable apoyo técnico y altruista de Brencadera Casa de Música, el Patio de Armas del Museo Etnográfico Extremeño González Santana de Olivenza acogió un concierto solidario en apoyo a las personas que piden asilo
El concierto, enfocado como un homenaje a músicos y músicas refugiados, cuyas imágenes e historias personales se colocaron en paneles a pie de escenario, fue presentado por Susana González Sopa, artífice de la Plataforma y contó con las actuaciones de un nutrido grupo de artistas de Olivenza dentro de los más diversos estilos, comenzando por el rap de Drorapta Clap, que ofreció varios temas de su próximo trabajo como El Suspiro de la Condesa Muerta, No hay más y Mundo en Uno. A continuación, y dentro de la canción de autor, Claudia Franco versionó acompañada de su guitarra las canciones Hallellujah de Leonard Cohen, Segundas partes entre suicidas, y Amor de anticuario, de Sophia Ellar, esta última acompañada a la percusión por Jaime Píriz. Danio Salas y Emilio Sández interpretaron Wait for sleep de Dream Theatre y acompañaron la lectura del poema Hogar de Warshan Shire con la música de La Lista de Schindler, de John Williams. A continuación el solo de piano Cosmos, de Emilio Sández al que siguió el dúo de guitarras acústicas Palíndrome con Musa de los tres toques.
Tomó el relevo la cantante Irene López del Reino, que acompañada al piano también por Emilio Sández emocionó al público con Skinny love, de Birdy, Maps, de Madilyn Bayley y Titanium, de David Ghetta. El Farredo Jazz Quintet, creado para la ocasión y compuesto por Joaquín Carballo (trombón), Rodrigo Hernández (saxo), Dani Salas (bajo), José Salas (batería) Emilio Sández (piano) acompañados también por Irene López ejecutaron temas clásicos del repertorio jazzístico como Moanin de Bobby Timmons, Desafinado, de A.C. Jobim, Cantaloupe island, de Herbie Hancock, Autumns leaves, de Joseph Kosma, el Preludio nº 1 de George Gershwin para terminar con el Fly me to the moon, de Bart Howard, con la voz de Irene López del Reino.
El entorno elegido para el concierto y la calidad de las interpretaciones llenaron el Patio de un público que salió agradablemente sorprendido por la calidad de los músicos de la localidad, que actuaron de forma totalmente voluntaria y desinteresada.
La recaudación obtenida fue destinada a Himaya, asociación sin ánimo de lucro, que trata de ayudar a familias de refugiados en situaciones especialmente difíciles, a superar la espera por la burocracia Europea mediante la búsqueda de alojamientos compartidos para salir de los campos y recuperar la dignidad perdida en estos momentos tan difíciles.