La capa española representa toda una tradición en el vestir español más distinguido. Es una prenda de abrigo exclusiva que aporta, a quien la viste, elegancia, estilo y singularidad. Se impone ya en el siglo XIX en los ambientes más refinados.
Ha sido ampliamente utilizada hasta principios del siglo XX, existiendo muchas clases y dependiendo del largo y del color pertenecían a un determinado estrato social.
Su época de mayor apogeo es el siglo XIX, triunfando en sus cuatro variantes más conocidas, la Madrileña, la Catalana, la Castellana y la Andaluza.
La capa se realiza en lana de calidad y sus colores van desde el negro al verde botella pasando por el gris oscuro.
Los promotores de la capa fueron los Duques de Bejar cuando crearon la Industria Textil Lanera hace más de seiscientos años en Bejar (Salamanca). Poseían enormes rebaños de ovejas y, en época del esquileo, en los meses de abril o mayo, una vez hecha la pelada, lavaban las lanas en el río. Comprobaron que el agua era excepcional para el lavado y tintado. De esa manera prestaron una cuidada atención a esta Industria Textil, dedicándose por completo a la fabricación de esta prenda.
Como dato curioso, su longitud se hace cuestión de estado y provoca, en 1766, el famoso Motín de Esquilache protagonizado por Leopoldo de Gregorio, Marqués de Esquilache, ministro de Carlos III, que obligó a cortarla para evitar que en ella se escondieran armas, lo que fomentaba toda clase de delitos y desórdenes.
La que muestra el Museo, donada por Florencio Vicente Castro en 2017, es de color negro y cierra con dos broches dorados a modo de corchetes. Presenta una esclavina sobre los hombros, el embozo de terciopelo rojo y contraembozo de cuadros. Se decora con pasamanería en el cuello, esclavina y borde delantero. En la parte trasera, abertura o escusón decorada también con pasamanería.
En nuestra lengua podemos destacar algunos modismos con la palabra capa:
Andar de capa caída.- Indica una situación de decadencia física, moral o económica de alguien.
Defender a capa y espada.- Proteger a una persona con todos los medios posibles.
Hacer de su capa un sayo.- Obrar según su propio albedrío y libertad en casas o asuntos que sólo a ella pertenecen o atañen.