El mes de noviembre, dedicado a santa Cecilia, patrona de la Música, el Museo Etnográfico escogió como pieza del mes un saxofón, instrumento musical de viento, de la familia viento-madera, construido en metal.
Fue ideado por el clarinetista belga Adolphe Sax (1814-1894), a principios de 1840, quien empezó a dar forma a un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y que desprendiese el sonido de uno de madera. Después de muchos experimentos para lograr mayor sonoridad, surgió el saxofón.
El que mostramos, según la tipología, es un saxofón alto realizado en metal. La boquilla, que no conserva, llevaba una caña que es la que producía el sonido. Por esta razón pertenece a la familia de instrumentos de viento-madera y no a la de metal.
Además de la boquilla, presenta otras partes como el cuello o pieza que une la boquilla y el cuerpo. En este se encuentran las llaves y los mecanismos que acciona el músico para crear las notas musicales, al cubrir o descubrir los orificios. En la parte inferior, se encuentra el arco o codo que es la parte curva. Por último, la campana, la parte más ancha del saxofón, por la que sale el sonido.
Este saxofón es de fabricación italiana. Según el sello que figura inciso en la campana, fue fabricado por Agostino Rampone, mente artística y empresarial de la compañía creada por sus antecesores a principios del s. XIX. Se cree que los primeros saxofones producidos en Italia después de la invención de Adolphe Sax fueron construidos por Agostino Rampone, alrededor de 1875.
La pieza que se expone fue donada, en 1991, por la Sociedad Cultural La Filarmónica, de Olivenza y se encuentra permanentemente en la Sala de Música del Museo.
Este mes, dedicado a santa Cecilia, patrona de la Música, el Museo Etnográfico ha escogido como pieza del mes un saxofón, instrumento musical de viento, de la familia viento-madera, construido en metal.
Fue ideado por el clarinetista belga Adolphe Sax (1814-1894), a principios de 1840, quien empezó a dar forma a un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y que desprendiese el sonido de uno de madera. Después de muchos experimentos para lograr mayor sonoridad, surgió el saxofón.
El que mostramos, según la tipología, es un saxofón alto realizado en metal. La boquilla, que no conserva, llevaba una caña que es la que producía el sonido. Por esta razón pertenece a la familia de instrumentos de viento-madera y no a la de metal.
Además de la boquilla, presenta otras partes como el cuello o pieza que une la boquilla y el cuerpo. En este se encuentran las llaves y los mecanismos que acciona el músico para crear las notas musicales, al cubrir o descubrir los orificios. En la parte inferior, se encuentra el arco o codo que es la parte curva. Por último, la campana, la parte más ancha del saxofón, por la que sale el sonido.
Este saxofón es de fabricación italiana. Según el sello que figura inciso en la campana, fue fabricado por Agostino Rampone, mente artística y empresarial de la compañía creada por sus antecesores a principios del s. XIX. Se cree que los primeros saxofones producidos en Italia después de la invención de Adolphe Sax fueron construidos por Agostino Rampone, alrededor de 1875.
La pieza que se expone fue donada, en 1991, por la Sociedad Cultural La Filarmónica, de Olivenza y se encuentra permanentemente en la Sala de Música del Museo.
