Pieza del mes junio 2013: talla de San Antonio de Padua o de Lisboa
- administrador
- mayo 31, 2013
Aunque su nombre fue Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, siempre se le ha conocido como San Antonio de Lisboa, lugar donde nació un 15 de agosto de 1195, o por San Antonio de Padua, donde muere, un 13 de junio de 1231, estableciéndose, por este motivo, este día como el de su onomástica.
Sus primeros estudios los realiza en Lisboa, completándolos en Coimbra, donde ingresa en la orden de los Agustinos, en 1210. La gran admiración que sintió por los Santos Mártires de Marruecos, de la congregación franciscana, le lleva a cambiar de hábito, ingresando en la Orden de San Francisco. Predicó en Marruecos, pero afectado por la peste tiene que regresar a Europa. En Sicilia se reveló como un gran orador, recibiendo una carta de San Francisco con encargo de enseñar Teología en Bolonia. Por último, predicó contra la herejía cátara en el sur de Francia. Un año después de su muerte, fue canonizado. El 16 de enero de 1946, el papa Pío XII lo proclama doctor de la Iglesia.
Iconográficamente sus atributos son una flor de lis, un crucifijo florido, con un libro en la mano sobre el que está colocado el Niño Jesús que se le había aparecido varias veces. Es el patrono de los ceramistas.
La imagen que se admira en la Sala de Arte Sacro del Museo Etnográfico Extremeño González Santana, una talla de madera policromada, nos lo presenta con hábito franciscano, con su mano derecha alzada a mitad del cuerpo, donde debería portar la flor de lis, mientras que en la izquierda muestra un libro sobre el que estaría el Niño Jesús. Dicha imagen, depósito del Arzobispado de Mérida-Badajoz desde 1991, procede del Convento de San Francisco de la localidad. Según Matos Sequeira y Rocha Junior una imagen de San Antonio se trajo del antiguo convento de San Francisco, en la ladera de la Sierra de San Lorenzo, “… e della veyo para este(o convento novo de São Francisco) onde lhe fez sua capella propia Luiz Mendes de Olivença”. También en el antiguo Paseo de San Antonio, hoy Plaza de España, se localizaba una ermita en honor de nuestro santo, derruida entre 1920 y 1923, donde se le veneraba junto a la Virgen de la Encarnación.
Las mujeres de Olivenza solían encomendarse a él durante su noviazgo y matrimonio.