El guardapolvo es una prenda de vestir larga, ancha y de tela ligera que se coloca sobre la ropa y sirve para protegerla del polvo y de manchas. Para nombrarlo se han utilizado otros nombres como babi, bata, batín o funda.
Su origen se encuentra en los centros educativos regentados por órdenes religiosas católicas. Sus responsables decidieron establecer una única indumentaria para los alumnos con el fin de fomentar su humildad y no hacer distinciones entre ellos por la variedad y calidad de sus ropas. También se perseguía hacer más asequible la indumentaria de los escolares.
El babi o guardapolvo que se exhibe, tuvo su origen en las Escuelas Parroquiales del Sagrado Corazón, actualmente Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Olivenza. El primero que se conoce fue de color blanco, pero desde la década de los cincuenta se realizan en azul. Muchos de ellos se confeccionaron en el taller de costura que crea Don José Hidalgo Marcos, fundador de las Escuelas mencionadas, que comienza a funcionar en 1944. El que se muestra es de color azul oscuro, escote pegado con cuello, abertura delantera total, cuatro botones dorados gruesos, trabillas en los hombros y manga largo. En el lado izquierdo se reconoce un bolsillo alto, en el que se borda un corazón radiante rematado con cruz. En su parte trasera se descubre cinturón con botón en el centro.