1.- Pequeña biografía.
Eduardo Naharro-Macías Machado estudió filología portuguesa. Es bilingüe, tiene nacionalidad española y portuguesa. Se considera oliventino de adopción y de corazón. Amante de las lenguas y de las culturas española y portuguesa. Viajero empedernido.
2.- ¿Cómo definiría la actual relación entre Olivenza y Portugal? ¿Nota interés de los oliventinos por aprender la lengua, cultura y tradiciones lusitanas?
- Se podría decir que en el año 2000 hubo un punto de inflexión con la construcción del nuevo puente, que serviría para tender ‘nuevos puentes’ y remitirnos al poema de Camões: ‘Mudam-se os tempos, mudam-se as vontades’… El interés de los oliventinos por todo lo que concierne al imaginario luso va in crescendo, aunque aún falta mucho camino por recorrer. Después de una larga travesía en el desierto no podemos seguir pasando sed, ni nos podemos beber toda el agua de una vez. Lo que puedo decir es que debe haber un proceso de sensibilización igual al del riego por goteo, el día a día.
3.- ¿Qué le pediría al Ayuntamiento de la localidad, a instituciones, empresas y personas en lo que respecta a las relaciones con el país vecino?
Desde mi humilde opinión, yo le diría a toda la comunidad oliventina que tenemos que remar todos en la misma dirección y que la implicación tiene que ser coral. Las relaciones con Portugal probablemente hoy sean las mejores de siempre. Se han dado pasos importantes, nuestro municipio integra varias instituciones en la otra orilla del Guadiana y la ciudadanía goza de la oportunidad de adquirir la nacionalidad, hecho único que yo conozca en el mundo. Olivenza es un claro ejemplo de modelo europeo de convivencia de culturas e identidades. Portugal hoy nos da cariño y tenemos el mimbre, pero no tenemos el cesto. Podemos y debemos aprovechar los recursos de lo intangible y nuestra hospitalidad que hace que el mayor patrimonio de nuestra tierra sea el humano. En lo intangible, por citar un ejemplo, la rica gastronomía de nuestra localidad puede aportar un valor diferencial en las cartas de la hostelería, yo le llamaría ‘viajar en platos con historia’.
4.- Actualmente se imparten clases de portugués en Primaria, en Secundaria y en Bachillerato. ¿Considera que es suficiente?
Actualmente se imparten clases de portugués desde infantil hasta bachillerato, en los distintos centros. Considero que en algunos casos las horas son insuficientes. Deberíamos tener un plan específico para nuestra localidad. De hecho así se le ha informado a la Consejería de Educación y se está trabajando en ello. He de manifestar que, además, a través del ‘Aula de Língua e Cultura Portuguesa’, el Ayuntamiento da apoyo a las clases de portugués en infantil del colegio S.C. de Jesús y en las tres escuelas infantiles de nuestra localidad.
5.- ¿Qué se debería hacer para recuperar ese patrimonio inmaterial como es el bilingüismo?
En el año 2016 se creó una comisión educativa para la lengua portuguesa, con representación de todos los centros educativos de la localidad, Ayuntamiento, Universidad Popular y ciudadanía. Se trazó un plan a 10 años vista, pero reitero que en la localidad falta una mayor sensibilización y sobre todo tener conciencia del valor real de lo que el bilingüismo nos puede aportar.
También esperamos una resolución a la petición del B.I.C. (Bien de Interés Cultural), que sería el mayor reconocimiento a nuestros mayores, siendo ellos el mayor patrimonio, el humano, de nuestra localidad, transmisores de una lengua y cultura que ha llegado hasta nuestro días. Olivenza es hoy singular por la dualidad cultural. La tan nombrada ‘biculturalidad’ estará huérfana si no hay un bilingüismo real.
6.- Olivenza se encuentra hermanada con ciudades portuguesas (Leiria, Elvas, Portalegre, Belmonte…). ¿Cree que se trabaja lo suficiente este recurso?
Podemos afirmar que en los últimos años se ha avanzado algo, pero hay que darle continuidad al trabajo desarrollado. Considero que deberíamos ahondar los lazos con los municipios que compartimos valencias y que nos puedan ayudar a una parte del desarrollo sostenible. Y en otra escala, una mayor interacción con los países de la ‘lusofonía’. De hecho, Olivenza integra la UCCLA – una institución que sirve para vehicular la aproximación a otras culturas, y en lo concerniente a las relaciones comerciales. Tanto las instituciones y ciudadanía en lo cultural, como las empresas en lo económico, deben aprovechar un recurso que otras localidades no tienen.