El objeto elegido por el Consorcio Museo Etnográfico Extremeño González Santana como pieza del mes de julio ha sido un guardacartas de tela de comienzos del siglo XX, un objeto curioso y visualmente muy bello, que esta decorado siguiendo la corriente estética del japonismo.
Tras siglos de aislamiento, a mediados del siglo XIX Japón se abre a Europa y América, estableciendo relaciones diplomáticas y comerciales. Occidente conoce la cultura nipona y queda fascinada por su exotismo. Todo lo japonés provoca una pasión desconocida hasta el momento.
El guardacartas que exponemosestá hecho con cartón, madera y tela dibujada. Se trata de un objeto con forma de velero, cuya popa representa la cabeza de undragón. En la parte que simula la vela se dibuja la escena principal: una mujer sentada y un hombre mirándola, ambos vestidos con kimonos. La parte superior simula los palos del velero.
Este objeto es una muestra de las habilidades artesanas de principios de siglo XX, para hacer decorativos los objetos cotidianos y funcionales que les rodeaban, dentro de ese ambiente de exquisitez de las casas señoriales de comienzos del siglo XX. Si fue hecho en la casa del dueño o comprado, es un dato que no se puede conocer. Aunque por la perfección del acabado, los materiales y el tema elegido lo más probable es que fuera comprado.
Hemos pasado de una época tangible y artística a un mundo sin materia e impersonal, donde la velocidad y lo intangible impera. El universo global en el que vivimos la gente se comunica más que en el pasado.El correo del caracol como es llamado peyorativamente el correo tradicional por su lentitud frente al correo electrónico, tenía el encanto dela espera.Había que esperar para ver“lo que traía la carta” hoy todo es inmediato.
Este guardacartas es una joya del pasado que nos hace reflexionar sobre la comunicación actual y sus formas.