El artista murciano Pepe Yagües expuso una selección de su obra en el Museo
- administrador
- agosto 5, 2013
Pepe Yagües nace en 1968 en Molina de Segura (Murcia), ciudad en la que sigue manteniendo su taller. Inicia sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia en 1985, continuándolos, en 1987, en la Facultad de Bellas Artes de Granada. Obtuvo la licenciatura en Técnicas de Grabado y Estampación por la de la Universidad de Valencia en 1992.
Desarrolla los primeros años de su actividad en el campo del grabado, obteniendo diversos premios. Ha celebrado exposiciones individuales en Murcia, Valencia, Barcelona, Bruselas, Madrid, París, Düsseldorf, Colonia, Nüremberg, Weimar y en varias ciudades de Estados Unidos. En el Guggenheim de Nueva York ha participado, junto a otros artistas, en la exposición El Arte de Curar, con el fin de recaudar fondos para la O.N.G. Médicos del Mundo.
En 1996 expone Mal de amores, en la Galería Marwan Hoss de París; en 1997, presenta, en la Casa de América de Madrid, grabados relacionados con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda. Dos años más tarde nos deleita con la edición de Guitarra Abierta, diecisiete grabados relacionados con el mismo número de poemas de García Lorca, además de dar vida al políptico Dédalo del deseo, basado en poemas del escritor argentino Jorge Luis Borges.
Para Pepe Yagües los minotauros son símbolos de aquello que la sociedad oculta; en ellos conviven magia, lógica, irracionalidad y un erotismo donde se confunden animalidad y humanidad. Son minotauros machos, hembras, saeta, quizá para escapar del dédalo e imitar a Ícaro.
Son miniaturas que habitan el vientre de Pasífae, esposa de Minos y nieta de Europa. Como dice María Luisa Borrás, “El Minotauro de Pepe Yagües es la antítesis del hombre-toro de la Tragedia Griega y que reinventa Picasso en los años treinta. El Minotauro picassiano se debate entre la ceguera y la muerte en escenas trágicas, mientras que el de Yagüe es amable y tímido, debatiéndose entre la inocencia y la burla”. Sin duda, con sus minotauros nos acerca, en palabras de Josep Palau y Fabre, poeta y biógrafo de Picasso, “ a nuevas aventuras saturadas de sentimientos y sensibilidad del escultor, lleno de imaginación desbordante”. Esta imaginación desbordante se traduce en “ la ironía desbordante, el humor que la España moderna necesita (…)” para, en palabras de Jorge Semprún, “disolver la espesa chatarra del sentimiento trágico de la vida”.
Yagües no cree que “el arte deba ser obligatoriamente serio. Minotauro es una figura inagotable que recorre ágil las composiciones, atrapando, cortejando un cuerpo de mujer.
Sus materiales preferidos son el hierro, madera y resina, pero también piezas viejas que encuentra por la calle y reconvierte.
Tras ver esta exposición, nadie puede quedar impasible ante una obra, donde la alegoría y fantasía toman vida, y todo ello, fruto del talento de su autor.
Desde el Museo Etnográfico Extremeño González Santana queremos dar las gracias a Pepe Yagües por permitirnos disfrutar in situ de su obra, así como a todos los que han hecho posible que pueda ser admirada en Olivenza, especialmente a Manuela Brioa.
La exposición de Yagües permaneció abierta al público en la Sala de Usos Múltiples del Museo desde el 1 de agosto al 15 de septiembre de 2013. Para ver imágenes de la obra expuesta podéis acceder al álbum en nuestro espacio en Facebook .