Categoría: Pieza del mes

CE 6641 Horca copia

Horca de madera, Pieza del Mes de mayo 2023

La fabricación de herramientas manuales destinadas a las tareas agrícolas ha ocupado un lugar destacado en la primera mitad del siglo pasado. Una de las herramientas más características es la horca, instrumento inicialmente de una sola pieza de madera, con un palo largo o mango en uno de cuyos extremos figuran un determinado número de púas. Se utiliza para manipular la paja, mover la parva, la hojarasca, etc.

Su fabricación no es tarea fácil, requiere de conocimientos y habilidades específicas, cuyo dominio exige un amplio aprendizaje. Es un proceso largo que comienza con la elección de la madera que, por regla general, es de almez, madera dura, flexible y resistente.

El crecimiento del almez es lento y, desde que se corta, para dejarle brotar las ramas que después serán las horcas, pasan entre 4 y 6 años. Hay que tener un control constante de las ramas e intentar que tengan los gruesos y formas simétricas, así como ir eliminando las que no sirven.

Cuando las varas alcanzan el tamaño deseado, se cortan y se transportan al lugar indicado para su fabricación.

El primer paso consiste en cortar las púas y el mango a unas medidas determinadas. Después, se colocan las varas entre virutas de madera que, encendidas, hacen que las tuesten de manera superficial. Después de unos 15’, las horcas quedan preparadas para quitarles la piel. En este punto del proceso se aprovecha para enderezar el mango y las púas.

Una vez peladas, reposan durante quince días para después llevarlas a la balsa de agua y sumergirlas, con el fin de que la madera gane flexibilidad. Así estarán un mes. Pasado este tiempo, se sacan del agua, se limpia el moho que se forma sobre ellas y se dejan secar dos o tres días. Es importante sacar de la balsa solo las horcas que se van a trabajar en una jornada.

El siguiente paso es rebajar el grueso del mango y de las púas, corrigiendo, al mismo tiempo, los posibles defectos que puedan tener las horcas.

El artesano endereza las púas con una especie de mango con un orificio, haciendo palanca y doblándolas a su voluntad.

En todo el proceso de fabricación, hay dos operaciones imprescindibles para asegurar la correcta posición de las púas: el moldeado y el curvado. El primero se hace con un molde, con tantos agujeros como púas tiene la horca, mediante el que se da la separación deseada entre ellas; el segundo se realiza con un marco de madera con el que permanecerán 25 o 30 días secándose en un lugar bien aireado del taller. Hay que revisarlas de vez en cuando, para que no se deformen. Una vez desmoldadas y secas, solo queda afilar las puntas.

Aquí termina el proceso de fabricación de las horcas. Desde la primera manipulación de los brotes en el árbol hasta que la horca tiene forma definitiva han pasado seis años.

Esta pieza ha sido donada por Francisco González Santana.

CE 15394 Sonajero

Un sonajero, Pieza del Mes de abril de 2023

Este mes, el Museo muestra como pieza un sonajero, objeto que forma parte de los primeros años de la infancia. Su vinculación con los amuletos hace que sus orígenes sean tan antiguos como el ser humano, y existen referencias desde el Neolítico.

Los primeros que se conocen, calabazas secas, esferas de arcilla, cáscaras de coco, huevos de ave y conchas de moluscos rellenas de piedrecitas o con cuerpos percutores independientes fijados a un soporte, servían para alejar a los malos espíritus gracias al ruido que producían al moverlos.

Tras un objeto tan simple en apariencia, gravita todo un mundo de cuestiones importantes en la vida de las personas.

El sonajero está concebido para cumplir con varios fines:

1.- En primer término, hay un grupo que sirve para que los bebés, en el momento de la dentición, tenga a mano algo duro que morder. A veces adopta forma de silbato.

2.- En segundo lugar, se cree que el ruido de los cascabeles o silbato y el brillo del metal o de los colores avivan sus sentidos.

3.- Por último, y en otras ocasiones, son considerados como protectores contra poderes ocultos, como el mal de ojo.

En cuanto a la tipología, se distinguen dos modalidades: los que son colgantes, es decir, los que van colgados de cadenas o cintas a la cintura, al cuello del infante o a las cunas y coches; y los que llevan mango para manejarlos con las manos. A la primera categoría pueden pertenecer, sobre todo, los que sirven para preservar a los niños de males, y a la segunda, los que sirven para los otros fines, es decir, para la dentición y el entretenimiento.

El que mostramos se puede encuadrar en la primera modalidad. Se trata de una esfera de plata calada, que gira sobre un eje horizontal, que, a su vez, une los extremos de un semicírculo labrado. La esfera está decorada con mariposas, triángulos y círculos pequeños; en la parte superior, apéndice cerrado para suspensión mediante cinta o argolla.

Fue donado por Mª Nieves Palomino de Castro, en 2022.

CE 15291 Prensa tapones

Pieza del Mes de marzo de 2023: Prensa de tapones

Botica es un establecimiento donde se preparaban los remedios que prescribían los médicos. Boticario es el nombre que recibe el maestro que está en ella. Desde el s. XV, había que obtener un título mediante un examen para poder ejercer la profesión. Este nombre desaparece al principio del s. XIX, en el que se regulan los estudios de farmacia, apareciendo en su lugar el farmacéutico. Este está obligado a responder de la buena calidad de las preparaciones de los medicamentos que elaboraba en su farmacia, incorporando a finales del s. XIX y principios del XX el laboratorio de análisis.

Entre los múltiples útiles que albergaban las boticas del s. XIX podemos destacar las prensas para tapones de corcho.

Los profesionales de las farmacias acogieron con gran satisfacción la invención del corcho, alrededor de 1830, y el posterior desarrollo de las primeras prensas destinadas a los laboratorios y uso farmacéutico.

Estos artilugios, realizados con metales pesados y sólidos, evitaban un arduo esfuerzo al introducir los tapones en las botellas y frascos de cristal utilizados para guardar los tónicos, ungüentos y preparados.

En aquella época el vidrio era el material más usado como contenedor y para mantener la hermeticidad de la solución se usaban tapones de corcho fino, impermeable, flexible y poroso, que había que machacar antes de insertarlos en la boca del frasco.

Las prensas cubren una necesidad del farmacéutico y su presencia, en muchos casos atornilladas en los mostradores de las boticas, se generaliza durante el s. XIX y principios del XX hasta que el corcho se sustituyó por otros materiales más asépticos.

Con estos aparatos era posible comprimir los tapones, que solían hervirse en agua caliente para reblandecerlos antes de ponerlos dentro y reducir su diámetro para ajustarlos a la boca de los recipientes.

La prensa que mostramos este mes procede de la farmacia oliventina ubicada en la Avenida de Ramón y Cajal y fue donada por su actual propietaria María Dolores Arrobas. Se trata de una rueda dentada acoplada, de forma no concéntrica, a una cremallera semicircular. La rueda lleva un mango para ejercer la fuerza suficiente para ablandar el tapón de corcho y así poder taladrarlos con mayor facilidad. Una vez colocado en el recipiente, se secaba y se expandía quedando el preparado cerrado herméticamente a salvo del deterioro y los contaminantes.

CE 10770 Caja de lata

Pieza del Mes de febrero 2023: Caja de pastillas de Chocolate

Cada año, en Ámsterdam, durante el mes de febrero, el cacao se convierte en protagonista en el Chocoa Festival. Se trata de un evento internacional en el que este delicioso alimento es el principal reclamo.

Con la caja de hojalata que mostramos este mes hacemos un recordatorio de este “dulce” festival para los amantes del chocolate. Se trata de una caja circular que contenía chocolate Tjoklat cuya fábrica se fundó en Ámsterdam el 2 de junio de 1924.

El nombre original de la fábrica era Holanda (sch) -Zwitsersche Chocolate Factory Ámsterdam. En el año 1925, la fábrica ya producía 63 millones de barras con el nombre de barra de chocolate Hollandsch-Swiss.

Los primeros productos con la marca Tjoklat no aparecen en el mercado hasta 1936.

Tjoklat era chocolate en malayo, después de 1972 se denominó con el vocablo coklat.

Como imagen de la marca aparece una mujer indonesia, en relieve, arrodillada sobre sus pies con los brazos elevados sosteniendo un tazón con granos de cacao. Se trata de la modelo inglesa Mady Twnsend. Jannes de Vries es el responsable del diseño del conocido logotipo.

Con el nombre Tjoklat es con el que mayor auge tuvo la fábrica después de la Segunda Guerra Mundial. En 1950 cambia su nombre por Tjoklat-Fabriek NV Ámsterdam, como figura al dorso de la caja que exponemos.

Las cajas, en un primer momento, se hicieron de baquelita blanca, pero en 1950 fueron sustituidas por la hojalata. Los costos de producción eran más bajos que los de baquelita.

La marca Tjoklat se sigue usando en la actualidad.

La caja fue donada por Francisco González Santana.

 

CE 3533 Rapa Pai Natal

Pieza del Mes enero 2023. Jogo do Rapa Pai Natal (=Juego del Rapa Papá Noel)

Juguete de hojalata litografiada, que asocia la figura de Papá Noel (Pai Natal), con un juego de azar denominado RAPA, al que solía jugarse, especialmente, durante la Navidad, época de reuniones familiares. Cuatro eran los jugadores que solían apostar lo más variopinto a imaginar: botones, dulces, piñones, canicas…

Se trata de un muñeco, de 13 cms de altura, con traje rojo y negro, situado sobre una base circular; en su cabeza se reconoce una pieza esférica giratoria de la que cuelgan cuatro hélices de colores azul y amarillo; en cada una de ellas aparecen las siguientes iniciales en portugués: R (Rapa=Recoge), T (Tira=Quita), D (Deixa=Deja), P (Põe=Pon).

Se jugaba presionado sobre el extremo superior donde se unen las hélices, lo que provocaba el movimiento circular de estas. Dependiendo del aspa que caía en la parte frontal de Papá Noel, habría que aplicar las normas de cada letra; si salía R, el jugador se quedaba con todo; en caso de ser la T, se retiraba lo apostado al participante; cuando era la D, se quedaba tal cual; por último, si salía P, había que poner más cantidad sobre lo que se apostaba.

La pieza fue elaborada, en la década de 1950, en el taller lusitano de Armindo Moreira Lopes, natural de Alfena, distrito de Porto, a quien se deben otros juguetes que se localizan en la sala de Juguetería de nuestro Museo, caso del motocarro, avión modelo Dakota o el carro tirado por caballos.

Este juguete fue donado al Museo por Francisco González Santana, en el año 1991.

Presepio

Presépio o pesebre, Pieza del Mes de diciembre de 2022

Durante el mes de diciembre exponemos un presepio portugués realizado por Sara Sapateiro, joven barrista, natural de Estremoz.

Comenzó su carrera en este arte en enero de 2018 de la mano de Isabel Pires, su maestra, con quien aprendió todas las técnicas y procesos del mismo.

La producción de figurillas de barro, comúnmente conocidas como “Bonecos de Estremoz”, es un arte con más de tres siglos y forma parte de la identidad cultural de este municipio.

Las primeras referencias datan de 1770, con las “boniqueiras”, mujeres que hacían curiosidades y figuras de barro y que tenían una labor artesanal no reconocida.

Este arte figurativo hunde sus raíces en el pueblo y en la devoción por los santos populares de Portugal: Nossa Senhora da de la Conceição y Santo António. Como las gentes de esta zona no se podían permitir la adquisición de figuras talladas en madera, las mujeres moldeaban a mano el abundante barro de Estremoz, dando vida a figuras que adornaban sus hogares. Tuvieron que luchar mucho para mantener esta tradición, ya que los hombres no querían que sus mujeres trabajaran haciendo bonecos, hasta tal punto que fue el alcalde el que decretó el permiso para que pudieran seguir con el oficio, según consta en un documento de principios del s. XVIII.

Con el paso de los años, lo que, en principio, eran representaciones de santos. se amplió a representaciones de oficios, fiestas paganas, presépios, etc.

La fabricación artesanal de estas figuritas de barro exige varios días; Primero se ensamblan las distintas partes del cuerpo de las figuras, luego se cuecen en un horno eléctrico y, por último, se pintan y recubren con un barniz incoloro. Todas se ajustan a una serie de cánones específicos. Su estética particular permite identificar inmediatamente su procedencia.

Su técnica, singularidad y popularidad han sido los condicionantes para que este arte haya sido declarado, por la UNESCO, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en 2017.

Los conocimientos relacionados con él se transmiten en talleres familiares o mediante el aprendizaje profesional. L@s artesan@s enseñan los rudimentos de su oficio impartiendo formación no formal y participan con dinamismo en las actividades de sensibilización organizadas en centros de enseñanza, museos, ferias y otros eventos.

Vertical 2

Pieza del Mes de noviembre 2022: Recordatorio de difunto

Los recordatorios son pequeñas estampas, de corte rectangular, en forma de díptico, que se entregan, como agradecimiento, a los asistentes a determinadas celebraciones, en este caso, funerales.

La muerte es un hecho que desde siempre ha propiciado preguntas al ser humano, quien la ha acompañado de diferentes rituales, adaptados según la cultura del país y la época.

Es el Archivo del Hospital y Santa Casa de Misericordia de Olivenza el que, en sus testamentos, nos muestra la evolución que han sufrido los enterramientos, en nuestra localidad, desde principios del siglo XVI hasta principios del XX. En ellos se comprueba uno de los grandes miedos del cristiano, el hecho de que su alma pasase rápidamente del Purgatorio al Cielo. La Iglesia logró transmitir este concepto y este miedo. Para redimir las almas del Purgatorio, tienen lugar continuas misas rezadas y cantadas por el alma del difunto y de aquellos ascendientes que nombrase en su testamento. Fue el origen de las capellanías.

El recordatorio que se muestra, tipo díptico rectangular, con la imagen de Cristo Crucificado en su anverso y la de María, Virgen y Madre, en su reverso, muestra en su interior una valiosa información sobre el fallecido, don Carlos Gómez González, quien murió en Olivenza el 28 de febrero de 1947, a los 76 años de edad. Su esposa, hijos y demás familiares suplican una oración. Se informa, a su vez, del día, hora y lugar del funeral (no entierro). También indica la concesión, por parte del Obispo de Badajoz, de “100 días de indulgencia en la forma acostumbrada”. Así como, oraciones para conseguir indulgencia plenaria o total remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados.

Cuando un cristiano comete un pecado y se arrepiente, Dios lo perdona, por medio del sacramento de la confesión. Aun así, queda una responsabilidad pendiente por las consecuencias que el pecado haya tenido para la misma persona o para otras, o incluso para la sociedad, en general. Esta consecuencia se llama, pena temporal y es una deuda que persiste y que hay que pagar, ya sea en esta vida o en el Purgatorio.

 

La indulgencia plenaria puede ser concedida por el Papa, los obispos y los cardenales, a quienes, por ejemplo, recen determinada oración, visiten determinado santuario, utilicen ciertos objetos de culto, realicen ciertos peregrinajes, o cumplan con otros rituales específicos.

Este recordatorio, impreso en tipografía oliventina Martínez Rengifo, fue donado al Museo por Fernando Martínez Núñez, en 2017.

CE 7806 Fotografia Muro del Pantano en construccion

Fotografía Presa de Piedra Aguda, Pieza del Mes de octubre 2022

El próximo mes de noviembre se cumplen 70 años del proyecto para la construcción de la presa de embalse para riegos en el río Olivenza.

En 1928, el ingeniero oliventino Manuel Gómez Castaño publicaba El pantano de Piedra Aguda y su utilización, cuyo objetivo era resolver el problema de abastecimiento de agua para nuestra localidad. Gómez Castaño argumenta, tras los estudios realizados que “… no hallé más que un lugar, el denominado Piedra Aguda, adecuado para la construcción de una presa; la cerrada está formada por dos cerros: el de Sal Gil y el de Valderrosales (…) El embalse ocuparía una longitud aproximada de 7 km2. La superficie total ocupada por el embalse sería de 300 hectáreas, de las que descontando próximamente 35 que ocupa el cauce, quedarán para expropiar 265 hectáreas”[1].

La Guerra Civil paralizó este proyecto, retomándose en 1941, aunque la obra se retrasaba por los informes que procuraban los Organismos Oficiales de Badajoz,” totalmente contrarios al proyecto, basándose en que el suelo no ofrecía las condiciones de impermeabilidad exigidas y que el promedio de lluvias tampoco era el deseable por insuficiente”[2]. La insistencia de la Cámara Local ante el Ministro de Agricultura, Rafael Cavestany propicia la realización de un informe sobre la posibilidad de puesta en regadío de 1.400 has, mediante la construcción de una presa en la cerrada de Piedra Aguda, redactado por el ingeniero agrónomo Manuel García de Oteyza, en junio de 1952. Dicho proyecto daría lugar al Proyecto reformado de presa de embalse para riegos en el río Olivenza, obra de ingeniero Gregorio Valero Bermejo, redactado el 20 de noviembre de 1952.

No obstante, hasta el 11 de febrero de 1955 no se aprobó el proyecto y, declarándose el carácter de urgencia de estas obras y la de su utilidad pública[3]. El importe de la construcción de la presa fue de 17.813.108,62 pesetas.

Tras su ejecución, cobraron vida los pueblos de colonización de San Francisco y San Rafael de Olivenza.

[1] GÓMEZ CASTAÑO, M.: El pantano de Piedra Aguda y su utilización. Olivenza, 1928, p. 10.

[2] BORRALLO GIL, T.: Mis recuerdos de a Olivenza española. Badajoz, 1981, p. 83.

[3] VALLECILLO TEODORO, M.A.: 50 años de los pueblos de…. Badajoz, 2007, p. 35.

 

Otro nombre

Navío portugués grabado en Torre del Homenaje, Pieza del Mes de septiembre 2022

El Proyecto Rutas y Desarrollo Cultural Lago Alqueva 2020, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, con cargo al Programa de Cooperación Interreg V España-Portugal (POCTEP), canalizado a través del Ayuntamiento de Olivenza, ha puesto en valor los grabados existentes en la Torre del Homenaje, edificio catalogado como BIC por Ley 16/1985, de 25 de junio.

Imagen de la entradaLa empresa ArqInnova, de la mano de Cristina Cívico Lozano y Ana Santa Cruz Martín, llevó a cabo su catalogación, registro y documentación; en total, más de 885 grabado, repartidos por los paramentos y saeteras de la Torre y realizados, la mayor parte, por incisión de un objeto punzante sobre el revestimiento principal.Imagen de la entrada

De todos ellos queremos destacar, en la saetera que se localiza en la rampa número 10, el grabado del barco típico lusitano para la navegación de cabotaje por la costa africana, con el que pasarían del océano Atlántico al Índico para crear enclaves comerciales en India, China…

Fruto de estos viajes por la costa de África, conocieron nuevas costumbres, pueblos, animales…, que se reconocen en estos grabados, además de figuras humanas, motivos heráldicos, zoomorfos, antropomorfos…

Elegimos este grabado como pieza representativa de este mes, por conmemorarse los 500 años de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano, a la vez que resaltar la importancia de los descubrimientos portugueses.

CE 1290 Bide

Un curioso bidé portátil, Pieza del Mes de agosto 2022

Imagen de la entrada

El inodoro íntimo o la rosa de Louis Léopold Boilly (1761-1845)

La palabra bidé proviene del francés bidet, un tipo de caballo pequeño parecido a un poni, hoy extinguido, que usaban las damas y los niños de la nobleza en sus paseos.

Evidentemente, hace referencia a la manera en la que hay que colocarse para usarlo eficazmente, es decir, a horcajadas, como si se estuviese sobre un caballo.

Según el escritor Néstor Luján, fue mencionado, por primera vez, en 1710, en Francia, cuando Madame de Prie recibió en audiencia al Marqués de Argenson sentada en su bidé. Aparte de esta primera mención escrita, se cree que su uso es bastante más antiguo y que sus orígenes se sitúan en la Edad Media.

Obviamente, su principal función es la higiene íntima, como complemento al baño, pero más allá de ello, el bidé tenía la función de método anticonceptivo, de eficacia dudosa. Este podría haber sido su uso original, es decir, las prostitutas usaban recipientes parecidos para limpiarse después de tener relaciones sexuales, creyendo evitar embarazos y enfermedades venéreas.

Durante el s. XVIII, el bidé se popularizó entre las nobles europeas. Para las mujeres que tenían una relación extramatrimonial era un modo de limitar el riesgo de quedar embarazadas de sus amantes, al mismo tiempo que, su uso, podía evitar contagios a causa de las aventuras de sus maridos.

El uso anticonceptivo no era ningún secreto, prueba de ello es que la reina de Nápoles, Mª Carolina de Habsburgo-Lorena, quiso instalar uno en palacio y le hicieron notar que podía darle mala fama, ya que se trataba de un “instrumento de meretriz”, advertencia que ignoró.

Otro uso que también tuvo el bidé fue aliviar el escozor en las posaderas y los muslos después de cabalgar mucho tiempo.

Antes de la entrada del agua corriente en las casas, y su consiguiente fijación al suelo, se usaba el bidé portátil, colocado sobre un armazón de metal, como el que mostramos este mes, y que solía ubicarse en el dormitorio.

Posteriormente, se convirtió en un elemento del cuarto de baño y, actualmente, en muchas casas ya no tiene cabida, debido a la reducción de espacio y a los cambios en los hábitos de higiene.

El ejemplar que mostramos fue donado por D. Francisco González Santana.