Horca de madera, Pieza del Mes de mayo 2023
- administrador
- mayo 2, 2023
La fabricación de herramientas manuales destinadas a las tareas agrícolas ha ocupado un lugar destacado en la primera mitad del siglo pasado. Una de las herramientas más características es la horca, instrumento inicialmente de una sola pieza de madera, con un palo largo o mango en uno de cuyos extremos figuran un determinado número de púas. Se utiliza para manipular la paja, mover la parva, la hojarasca, etc.
Su fabricación no es tarea fácil, requiere de conocimientos y habilidades específicas, cuyo dominio exige un amplio aprendizaje. Es un proceso largo que comienza con la elección de la madera que, por regla general, es de almez, madera dura, flexible y resistente.
El crecimiento del almez es lento y, desde que se corta, para dejarle brotar las ramas que después serán las horcas, pasan entre 4 y 6 años. Hay que tener un control constante de las ramas e intentar que tengan los gruesos y formas simétricas, así como ir eliminando las que no sirven.
Cuando las varas alcanzan el tamaño deseado, se cortan y se transportan al lugar indicado para su fabricación.
El primer paso consiste en cortar las púas y el mango a unas medidas determinadas. Después, se colocan las varas entre virutas de madera que, encendidas, hacen que las tuesten de manera superficial. Después de unos 15’, las horcas quedan preparadas para quitarles la piel. En este punto del proceso se aprovecha para enderezar el mango y las púas.
Una vez peladas, reposan durante quince días para después llevarlas a la balsa de agua y sumergirlas, con el fin de que la madera gane flexibilidad. Así estarán un mes. Pasado este tiempo, se sacan del agua, se limpia el moho que se forma sobre ellas y se dejan secar dos o tres días. Es importante sacar de la balsa solo las horcas que se van a trabajar en una jornada.
El siguiente paso es rebajar el grueso del mango y de las púas, corrigiendo, al mismo tiempo, los posibles defectos que puedan tener las horcas.
El artesano endereza las púas con una especie de mango con un orificio, haciendo palanca y doblándolas a su voluntad.
En todo el proceso de fabricación, hay dos operaciones imprescindibles para asegurar la correcta posición de las púas: el moldeado y el curvado. El primero se hace con un molde, con tantos agujeros como púas tiene la horca, mediante el que se da la separación deseada entre ellas; el segundo se realiza con un marco de madera con el que permanecerán 25 o 30 días secándose en un lugar bien aireado del taller. Hay que revisarlas de vez en cuando, para que no se deformen. Una vez desmoldadas y secas, solo queda afilar las puntas.
Aquí termina el proceso de fabricación de las horcas. Desde la primera manipulación de los brotes en el árbol hasta que la horca tiene forma definitiva han pasado seis años.
Esta pieza ha sido donada por Francisco González Santana.