Pieza del mes septiembre 2013: sacapuntas de sobremesa
- administrador
- septiembre 2, 2013
El sacapuntas es uno de los útiles más empleados en los centros educativos. Su capacidad para afilar lápices ha posibilitado que varias generaciones de escolares hayan podido -y puedan- realizar sus tareas con trazo fino y sin miedo a equivocarse.
En las primeras décadas del siglo XX, en los hogares, los escolares y escribientes, aún sacaban punta a los lápices con instrumentos tan cotidianos como el cuchillo. Luego se comenzó a usar la hoja de afeitar, o como la llamaban en la época: ‘el acero’, lo que constituía un peligro para los pequeños escolares.
El invento del sacapuntas se atribuye al matemático francés Bernard Lassimone, quien solicitó la primera patente en 1828. Pero el primer sacapuntas manual fue una creación de Therry des Estwaux, en 1847. Otras fuentes apuntan que este invento, al menos en su concepto actual, llegó bastante después, en 1945, y fue obra del vasco Ignacio Urresti. Aquel modelo, inspirado en un molinillo de café, funcionaba a manivela y pesaba 1,29 kilos.
Con este formato, se realizaron poco tiempo después, sacapuntas para el uso de oficinas. Así surgen los afilalápices de sobremesa.
De este tipo es el ejemplar que exhibe el museo este mes de septiembre, un modelo de los años 50, marca ‘El Casco’. Consta de una manivela que hace girar unas cuchillas. Cuenta con un sistema que puede regular la cantidad de punta que se desee. Las virutas caen dentro de un depósito con portezuela en la parte inferior para su vaciado.
Los sacapuntas manuales que se utilizan en la actualidad, y que tienen un uso escolar en su mayoría, están realizados para niños diestros. A los zurdos puede resultarles difícil de manejar debido a la dirección en que el lápiz debe girar, ya que es contraria al sentido natural de los zurdos.
Esta curiosa pieza fue donada al museo en el año 1999 por un vecino de Pueblonuevo del Guadiana.