Desde principios del siglo XIX, la familia Pickman se dedica a la exportación de loza y cristal desde Inglaterra a España.
En 1822 Charles Pickman llega a Cádiz para continuar con el negocio iniciado por su hermano Guillermo fallecido el año anterior. Charles sigue con la comercialización de los productos fabricados en Inglaterra y que tenían buena salida en el mercado español de la época.
Las aportaciones inglesas cambian en España el gusto por los objetos cerámicos, surgiendo una fuerte demanda de la cerámica inglesa, más refinada, sobre todo en piezas de vajilla y tocador.
No obstante, Charles decide abandonar las importaciones que se hacían cada vez más difíciles por las trabas aduaneras que el gobierno establece en 1833 para intentar proteger la producción de las fábricas de loza españolas. Así decide fabricar los productos que vendía y en 1839 conseguirá la concesión del edificio de la Cartuja en el que se instala la fábrica. Este hecho vinculará los nombres de Pickman y La Cartuja de Sevilla hasta nuestros días.
A pesar de todo, los Pickman no abandonan sus relaciones con Inglaterra introduciendo motivos, técnicas y personal de procedencia inglesa que ocasionan un auge extraordinario de la producción estampada hacia 1845.
Esto llevó a que la segunda mitad del siglo XIX fue de gran esplendor para Pickman S. A. que recibió numerosos premios y medallas de oro en exposiciones internacionales.
Durante los primeros años se reprodujeron los modelos ingleses y, más tarde, comenzaron los grabados de tipo español. Se fabricó loza estampada, loza blanca de pedernal, loza decorada sobre barniz por calco, loza pintada y china opaca. Se usaron colores como el negra, el azul, el marrón y, principalmente, el rosa. La producción más característica se denomina negro vista, azul vista, rosa vista, etc., constituyendo el motivo principal las arquitecturas fantásticas con figuras orientales y guardilla decorada con flores. Se realizó también gran cantidad de loza blanca para usos ordinarios.
Este mes el museo quiere mostrar un ejemplo de esta cerámica cartujana sacando de sus fondos de almacén una sopera de color blanco, con decoración en relieve y grupos de flores de color azul.