La palabra repión, a pesar de ser tan familiar, no aparece en los diccionarios. En los libros se le llama peón, peonza o trompo. Se trata de un juguete de madera, de forma cónica y terminado en una púa de hierro, al cual se arrolla una cuerda para lanzarlo y hacerlo bailar. Ha sido uno de los juegos tradicionales más populares y conocidos, aunque, paulatinamente, dejó paso a los juegos de nueva generación.
El origen del trompo es incierto aunque se tiene conocimiento de existencia de peonzas desde el año 4000 a. C., ya que se han encontrado algunos ejemplares elaborados con arcilla en la orilla del río Éufrates. Del mismo modo, aparecen rastros de este juguete en pinturas muy antiguas y en textos literarios.
Para lanzar el trompo o repión se necesita un cordel despeluchado por un extremo y rematado en el otro con una chapa aplastada o moneda de dos reales atravesada, sujeta con un nudo. Para preparar la tirada hay que coger la parte despeluchada del cordel, para que no resbale, pegarla al repión y enrollar el cordel fuertemente sobre él, envolviéndolo desde ‘el «pico» hasta la «coronilla» (parte plana). La chapa aplastada o moneda se usa como tope para sujetar el cordel entre los dedos índice y medio. Para bailarlo se agarra por el pico con el pulgar, y por la coronilla con el dedo índice y medio. Luego se lanza con fuerza contra el suelo, con el pico hacia arriba, a la ve que se le arranca de un tirón el cordel, dándole velocidad de giro.
El tiro de la peonza puede practicarse individualmente o en grupo, teniendo, en este caso, diferentes modalidades y reglas que cumplir.